sábado, 21 de octubre de 2017

Materialismo y derecha

Algunos seguidores de Bueno se autodefinen como individuos de izquierdas o de izquierda. Sostienen como hace la película de 2015 sobre Bueno que hemos criticado hace ya algún tiempo en este blog, que Gustavo Bueno era de izquierdas. Bueno criticó a la izquierda cínica, a todos los tópicos de izquierda y alabó al capitalismo y al mercado pletórico de bienes.
Actualmente algunos de los antiguos discípulos de Bueno se autodenominan como hombres de izquierda, pero es que yo no sé qué significa eso hoy. Con la ecualización entre izquierda y derecha en los modernos Estados del Bienestar se ha constituido un consenso socialdemócrata que podemos calificar como de derechas porque busca la estabilidad, la eutaxia política, conservar el capitalismo, la propiedad privada y el mercado y de acuerdo con la tradición esto solía denominarse derecha. La derecha hoy es el Estado y la izquierda, si la han es lo contrario, la revolución si no bolchevique, sí populista o indefinida. Por lo demás tales discípulos de Gustavo Bueno ignoran que la derecha primaria, la del Antiguo Régimen ha desaparecido hace ya mucho tiempo. Denominarse de izquierdas sólo tiene un valor psicológico, motivacional, pero carece de todo contenido si se dice a continuación que se defiende al Estado, a la Patria, a la Nación. Yo llamo a estos discípulos de Bueno la izquierda celeste porque sólo existe como proyecto o como algo sin eficacia causal en la Tierra, en el mundo sublunar, aunque puede haber perfectamente otros tipos de izquierda celeste no materialistas sino idealistas: fundamentalistas democráticos, europeístas, en torno a la ideología del Estado de derecho, en torno a la ideología de los derechos humanos, etc. Todas ellas sin ninguna eficacia causal sobre la política española real actual. Esperando encarnarse algún día en alguna organización política que tendrá que definirse como o bien izquierda terrestre antisistema o bien derecha, el Estado.

lunes, 9 de octubre de 2017

La sofística en la actualidad

Los sofistas eran unos profesores ambulantes que recorrían Grecia para impartir sus enseñanzas a cambio de dinero. Enseñaban todo lo que un varón adulto necesitaba para triunfar en la democracia ante el vulgo en sus asambleas. El vulgo confundía y confunde aún hoy la capacidad retórica con la capacidad política. Los sofistas derivaron hacia un relativismo y hacia un nihilismo amoralista e inmoralista pragmático en sus doctrinas. La verdad fue dejada de lado y lo que importaba finalmente era ganar, convencer y no importaba cómo.
Los sucesores de los sofistas fueron los sacerdotes de la Iglesia Católica en la Edad Media. Imitaron sus técnicas en la oratoria sagrada y sus razonamientos eran igualmente complicados con la finalidad de convencer y persuadir.
Los sofistas desde la caída del Antiguo Régimen son las distintas generaciones de la izquierda y hoy son simplemente la izquierda. La izquierda pretende destruir el capitalismo, el orden social, el mercado en suma de los Estados democráticos del bienestar y caída ya la URSS y convirtiéndose el marxismo en un objeto de historiografía de la filosofía, las izquierdas se han convertido en la actualidad en una poderosa escuela sofística con ayuda de los intelectuales progresistas y de los medios de comunicación progresistas. Hoy la izquierda, alcanzada la ecualización entre izquierda y derecha en el Estado del Bienestar, es lo antisistema, lo antiestado. La derecha es el Estado. Si a alguien se le puede llamar izquierda es precisamente a lo externo al Estado y al orden. Los izquierdistas actuales son sofistas pero de la peor especie. Su nivel teórico ha descendido a la altura de niños de primero de la E.S.O. Consignas fáciles, mentiras, manipulaciones, demagogia, promesas imposibles, etc. La izquierda=la sofística. Son los herederos de la sofística.